Si todavía no pensaste en el tema de tu casamiento, creo que este es un buen momento para hacerlo. Es la hora de pensar en la temática que queremos usar y qué es lo que queremos comunicar en él.
Cuando queramos definir la temática vamos a ver que hay miles de estilos. Dentro de estos veremos cuál es el que más nos identifica. Para guiarte te dejamos algunos que pueden ayudar a saber qué es lo que querés comunicar:
Estilo vintage o Boho Chic:
Es ideal si tenés en mente una fiesta al aire libre, en la playa, campo o estancia. El mismo refleja todo el romanticismo y la decoración vintage que vas a querer ver en tu casamiento.
Para unas invitaciones bohemias hay algo que no puede faltar: las flores, y ni hablar del toque que le dan, te aseguro que te va a encantar. Los colores que te recomiendo para este caso son tonalidades de hueso, beige, ocres, rosas, y colores pastel en general. Que, con un buen diseño, se puede llegar a un resultado espectacular.
En cuanto a tipografías recomiendo cualquier estilo escrito a mano. Por ejemplo: Before the rain, Motherline vintage font o Southampton typeface.
Por ultimo, imprimirlas sobre papel Kraft, ahuesado o similares, (todos en colores claros); te van a ayudar a lograr un mejor resultado. También podés acompañarla con otros materiales, como tul o encaje.
Estilo sofisticado y elegante:
Es el estilo ideal si es una gran celebración, si se hace en grandes fincas, o si se trata de un evento formal y tradicional.
Acá lo primero que debes transmitirte es calidad y que se trata de algo bien hecho. La composición de la invitación debe ser clásica, tradicional, clara, y con adornos que acompañen la sensación de estar delante de algo exclusivo.
Los colores que recomiendo usar son el dorado, el plateado o el blanco. Debe ser algo elegante, sin que transmita una sensación de agobio. Para lograrlo, podes usar tipografías caligráficas como la Parisienne, la Scheherazade o la Italianno, o cualquiera que te dé una buena sensación y al verlas te hagan decir “wow”.
Si querés que tu invitación sea más formal todavía, podes agregarle la nomenclatura como S.R.C. (“se ruega confirmación”), RSVP (“Répondez s’il vous plaît”; “Responde, por favor” en francés) o “D.m.” (“Dios mediante”) a la invitación.
En cuanto al papel, te recomiendo el uso de un papel de buen gramaje y con textura.
Un detalle que le puede sumar mucho al sobre es el sello de lacre.
Estilo minimalista:
Estas invitaciones cada vez se van usando más, son ideales para casamientos íntimos que buscan ser auténticos, de pocas personas, sencillos, que ponen en valor la esencia de la celebración y que le hacen foco solo a “aquellas cosas que los hace sentir bien”, también los podés ver en las parejas que buscan un estilo más industrial o moderno.
Para pensar en el diseño uno debe basarse en la frase “Menos es más” del arquitecto Mies Van Der Rohe.
Lo que mejor funcionará es una composición limpia, sin apenas decoración y que dé la información de forma simple y directa. Esto no significa que sea una invitación aburrida, ni mucho menos. La clave está en saber elegir bien los colores, las tipografías, y cómo lo combinas en general.
Te recomiendo que uses muchos colores monocromáticos. El negro o el gris sobre un fondo blanco no fallan. Se le puede agregar algún detalle en color, pero solo si se intenta resaltar algo. No te olvides usar formas básicas, líneas rectas, figuras geométricas, acabados claros sin tanto adorno para solo comunicar lo esencial.
En cuanto a la tipografía, elige una para los nombres, y otra sencilla para el resto de la información quedaría I N C R E I B L E. Por ejemplo: Raleway, Junction o Extravaganzza.
Estos puntos nos recuerdan que cada elemento que vayamos a usar en el diseño, nos va a permitir comunicar lo que queremos.
Por eso, si después de leer esto, no te decidiste como querés que sean las invitaciones a tu casamiento, no dejes de escibrinos para que te podamos ayudar.